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La posición de que las manifestaciones artísticas deben estar
sometidas a un “tipo” unificador que de, por un lado, una
imagen unitaria de una sociedad, a la vez que permite que esa imagen se
mantenga invariable con el tiempo. Esto último fue particularmente cierto
en el desarrollo de la civilización del antiguo Egipto, en que las
formas expresivas permanecen prácticamente incambiadas a lo largo de
casi tres mil años.
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Originalidad y permanencia en las Artes Plásticas
por Consejo Editorial
En la historia de las Artes Plásticas hay dos formas distintas de encarar
el acto creativo y sus fuentes de inspiración. Por un lado, y esto ha
sido más acentuado desde el Renacimiento europeo hasta nuestros días –al
menos en lo que hace al Arte occidental -, la calidad del planteo artístico
estaría dada por su originalidad, por la innovación técnica e incluso, por
la postura personal de quien siente que su particular sensibilidad lo pone
fuera de la masa social anónima.
Esto fue particularmente cierto en la obra de Picasso, quien a lo largo
de su extensa carrera pasa por múltiples períodos creativos, trabajando
con una variedad de medios expresivos y disciplinas variadas –pintura,
escultura, cerámica, escenografías teatrales, etc.
Picasso preparando el escenario para la obra "Parade" (1917)
Por otro lado, esta la posición de que las manifestaciones artísticas
deben estar sometidas a un “tipo” unificador que de, por un lado, una
imagen unitaria de una sociedad, a la vez que permite que esa imagen se
mantenga invariable con el tiempo. Esto último fue particularmente cierto
en el desarrollo de la civilización del antiguo Egipto, en que las
formas expresivas permanecen prácticamente incambiadas a lo largo de
casi tres mil años. En el período Románico y en la Baja Edad Media europea
hubo también una sujeción a imágenes más o menos unificadas.
En nuestro país, con la obra didáctica de Joaquín Torres García y su
Universalismo Constructivo, se transmitió a los alumnos una forma de
encarar el hecho plástico que buscaba, por medio de la reducción y
simplificación de los elementos expresivos, la obtención de un lenguaje
unificado y, en el peor de los casos, despersonalizado. No obstante
la rigidez expresiva fomentada por Torres García, los alumnos más
capaces encontraron la forma de manifestar su personalidad dentro de
los límites establecidos por el lenguaje del Universalismo Constructivo.
Esto nos lleva a considerar que, más allá de la estructura del lenguaje
utilizado, e incluso la escuela o corriente plástica a la cual este
adherido el artista, el valor de la obra estará dado por la calidad de
la misma.
Asociación de Artistas Plásticos de Maldonado
Email: artexarte@puntaweb.com
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