(página 2)

Es dificil permanecer aferrado al sentido del Arte cuando se lo ve desvanecerse en lo in-útil. Cuando cada vez es más claro que el Arte es la única utopía realizable... utópicamente. No en el conciente colectivo sino en la consideración de cada conciencia individual de la posibilidad de lo extraordinario.

"Inmortalidad de la muerte", Acrílico sobre tela, 200 x 160 cm, 1994.

No hago arte o contribuyo al Arte, otros hacen arte o contribuyen al Arte con mi trabajo. Y cuando todos estos otros ya se han puesto de acuerdo acerca de la posibilidad del valor en mi arte, entonces ya andaré por otro lado: habré explotado o implotado, alejándome o acercándome...pero no seré definitivamente esa idea que ellos ven o creen ver, sobre todo, porque no podré serlo.

"Vínculos y des-vínculos", Acrílico sobre tela, 200 x 160 cm, 1994.

Esta mutación del valor acontecido - de la ilusión en realidad, de lo in-útil en objeto - no puede ser obra de quien sólo trabaja desde lo utópico. Y esto hago yo: trabajo lo que puede haber de extraordinario en lo in-útil, aferrándome al sentido del Arte desde el sin-sentido de los elementos.

Nada más utópico. Nada más banal. Nada más in-útil.

(Punta del Este, 1994)