La actual Iglesia de San Carlos Borromeo - la tercera construcción desde su precaria edificación en barro y paja de 1763 - se comenzó, bajo la dirección del Padre Amenedo, en el año 1792 cuando se colocó la piedra fundamental.
Se inauguró consagrándose Matriz en 1804.
Ha sido declarada Patrimonio Histórico Nacional por el Gobierno de nuestro país, puesto que es la Iglesia más antigua del Uruguay que se mantiene en su planta original.
Si se presta atención al friso de las torres se verá que tienen incrustados platos y jarras de porcelana.
El caso es que cuando se estaba en plena construcción de estas torres se hizo un banquete y para recordar el hecho se reutilizó esta vajilla para ornamentar los frisos.
También se pueden observar las fuentes y jarras incrustadas en los ángulos de las torres que ofician de pilas del agua bendita.
Uno de los aspectos más interesantes de la Iglesia son las antiguas lapidas que se encuentran en el fondo.
Algunas de las mismas, correspondientes a muertos no identificados, hacen referencia al aspecto del fallecido - por ejemplo, una lapida dice: "presumiblemente español debido a su pelo largo".